La responsabilidad en las empresas encargadas de la producción o manipulación de alimentos implica un doble compromiso social en su quehacer diario. Diferente a otras actividades económicas.
Este sector exige responsabilidades en lo relacionado con la salud, la seguridad en el trabajo y la gestión de los riesgos de producción de sus colaboradores. Para el desarrollo de sus labores productivas deben cumplir unos requisitos adicionales en relación con la calidad y la salud del consumidor final de sus productos.
En esta industria es donde más se requiere la aplicación, la intervención y la regulación de los entes encargados de autorizar y vigilar el desarrollo de las actividades concernientes a la manipulación de alimentos. Esto se da debido a las implicaciones éticas y sociales que implican a nivel del colectivo social.
La manipulación de los alimentos de carácter perecedero genera algún riesgo en afectar y contaminar la cadena de producción hasta el consumo final. Requiere mantener y respetar detalladamente las estrictas normas de protección y prevención. Esto finalmente podrá garantizar un producto totalmente inocuo a las personas que lo consumirán.
Con base a esto, las personas involucradas en la manipulación de alimentos, deben estar sometidas periódicamente a rigurosas evaluaciones médicas y de laboratorios complementarios. Esto permitirá al profesional (médico) establecer en la persona unas adecuadas condiciones de salud. Así se podrá garantizar la calidad e inocuidad de los productos que serán consumidos por las personas. Finalmente se evita a toda costa que en el proceso de producción de alimentos se generen contaminaciones, deterioros, o alteraciones. Lo que puede terminar favoreciendo la aparición de efectos indeseables en la salud de los consumidores.
El término manipulador de alimentos se refiere a toda persona que por su actividad laboral tiene contacto directo o indirecto con los alimentos. Este contacto se puede dar en todos o en algunas de estas etapas de la cadena de producción; Convirtiéndolo en un agente trasmisor potencial de enfermedades e intoxicaciones prevenibles.
Con base en todo esto, se exige que todos los manipuladores de alimentos dispongan de los conocimientos necesarios para desarrollar y aplicar adecuadamente todas las medidas de las buenas prácticas de manufactura y el control higiénico sanitario de los manipuladores.
Para esto se han establecido con base en la legislación vigente en esta materia, unas directrices muy claras para este personal. Realizar exámenes médicos y de laboratorio específicos encaminados a ayudar tanto al sistema de gestión de los programas integrales de salud y seguridad en el trabajo. Estos exámenes se realizan de acuerdo con los riesgos existentes en sector y sus procesos (elaboración, transformación, fabricación, envasado, transporte, almacenamiento, distribución, reposición, recepción venta, dispensación final y de servicio) garantizando la calidad e inocuidad del producto.
Esto incluye por supuesto el respeto riguroso de unas normas higiénico -sanitarias especiales en el quehacer de este personal. Se destaca la certificación o conocido ancestralmente como el “carnet de manipulador” en el marco de un programa de capacitación permanente para el desempeño, cada vez más profesionalizado de estas labores.
En la actualidad la higiene personal y los hábitos higiénicos de los manipuladores de alimentos son las formas más efectivas de combatir las infecciones contagios e intoxicaciones alimentarias entre los consumidores. Por eso las empresas y emprendimientos dedicados a la manipulación de alimentos deben y tienen que poner especial atención en las normas y regulaciones de higiene que se aplican en cada establecimiento.
Por lo general, las normas de seguridad e higiene destacan que los manipuladores de alimentos deben cumplir con varios requisitos
- Mantener una escrupulosa higiene personal
- No fumar mientras se manipulan los productos
- Utilizar guantes de goma u otros elementos protectores en caso necesario
- Usar ropa limpia y un gorro para mantener el cabello recogido y el adecuado aseo periódico de manos y herramientas.
- Cuidar al máximo que los productos no entren en contacto con sustancias químicas o contaminantes.
Como podemos ver, la higiene es un factor que debe estar presente a lo largo de todo el proceso de manipulación de los alimentos. Esto con el fin de preservar la salud, garantizar salubridad y seguridad en el consumo, evitando la transmisión de enfermedades.
Es así, como esta labor exige también ciertos requisitos de funcionamiento en torno a las instalaciones, infraestructura, plantas, superficies, etc. Para lograr todos los objetivos esperados en materia de seguridad y salud general e integral.
Dada la complejidad en el proceso de producción de ciertos alimentos, las empresas requieren además de normas y regulaciones un personal capacitado en higiene alimentaria.
Como podemos ver, la higiene y el adecuado conocimiento de estos procesos son factores que deben estar presentes con el fin de preservar la salud, garantizar salubridad y seguridad en el consumo, evitando la transmisión o contagio de múltiples enfermedades.
Omnisalud es una institución dedicada al mercado laboral, especialista en Medicina Laboral. Dentro de sus servicios esta el examen para el certificado de manipulación de alimentos.
Se evalúan las condiciones clínicas y epidemiológicas de los trabajadores que desarrollan actividades de contacto directo con la preparación, fabricación, almacenamiento y transporte de alimentos.
Libardo Gómez Arias
Médico Salubrista Ocupacional y Experto en prevención de Riesgos para la Salud